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Un trencito a Retiro y el viaje al mundo de los parques de diversiones

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Un trencito a Retiro es la obra de Melina Milone, que se centra en la historia de un grupo de personas contenidas en el ámbito de un parque de diversiones. Allí, conviven el regente del predio (interpretado por Eduardo Pérez Bordalejo) junto a su mujer, la Mujer Barbuda (Amarú Patrono), y la nostálgica Momia Negra (Mariano Singer).

“Esta obra nació de un taller de dramaturgia y, a partir de un ejercicio, aparece el mundo de los parques de diversiones” relata a La Vereda Melina Milone.

“A medida que empecé a investigar, aparecieron imágenes que se relacionaron con mi infancia y el mundo de los parques que tenían momias negras como en Titanes en el Ring y trencitos del terror”, agregó la dramaturga.

Según Milone, esa época mezclaba “alegría y miedo”, gracias a “la diversión del parque y el terror a los personajes”. En ese marco, la directora quiso “reflejar el mundo de esos artistas” que “trabajaban en condiciones deplorables”.

La obra, que también cuenta con la participación de Rocío Santos -además asistente de dirección-, puede verse los domingos a las 16 en Espacio 33 (Treinta y Tres Orientales 1119).

Con respecto al elenco, Melina Milone sostuvo: “Vi trabajar a todos, menos a Maru Patrono, a quien me recomendaron” y “una vez que audicionaron me di cuenta que estaban hechos a la medida para los personajes”.

Por otra parte y si bien la idea central era darle el protagonismo a la Momia Negra, la historia de las mujeres barbudas hicieron cambiar el pensamiento de Milone. “Fueron vidas muy terribles, con sometimientos de parte de parejas u hombres que las regentearan; mujeres que no tenían un lugar en la sociedad, salvo en esos parques donde eran atracciones, porque afuera eran rechazadas”. La dramaturga añadió: “Se decían muchísimas cosas de ellas para degradarlas, hasta que la ciencia confirmó que se trataba de un problema en el cromosoma 17”.

La directora supo que el objetivo del libreto era “plasmar esa discriminación que tienen las personas que están como al borde, fuera de los límites que la sociedad permite o resiste ver”.

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